Con esta frase,
“EDUCACIÓN SISTÉMICA EN VALORES UNIVERSALES”
se abre un horizonte sin límites. En ella se encierra toda una Filosofía del ser humano, por encima de todas las diferencias y las semejanzas, por encima del tiempo y del espacio.
Las diferencias de raza, de sexo, de opción sexual, de color de la piel, de los ojos o del pelo, la altura o cualquier otro aspecto diferencial genético de dos seres humanos es simplemente “un capricho científico” de la naturaleza. Sólo nos diferenciamos en un 0,01%. Ya sé que hay muchos descreídos que niegan esa realidad.
Hace unos años, poco después del descubrimiento y publicación del gran misterio desvelado del ADN, daba una conferencia a padres y madres de familia, sobre Valores Universales, defendiendo, entre otros, este maravilloso descubrimiento de la ciencia.
SOBRE ASPECTOS RELACIONADOS CON EL ADN, DIJE:
“Negro, blanco o amarillo, alto o bajo, varón o mujer, todos tenemos los mismos derechos por el solo hecho de ser personas.
La persona es el sujeto activo de los derechos al margen de las circunstancias que la rodeen”.
En el coloquio, un señor participante en el mismo, me negó la posibilidad de que entre un blanco y un negro pudiera haber sólo esa diferencia; al mismo tiempo me preguntó:
– ¿Está usted seguro de eso que defiende?.
– Evidentemente desde mi expericia personal no se lo puedo asegurar, pero creo en la ciencia. Le contesté.
En cuestión de segundos tuve una ráfaga de iluminación, una idea que podía resolver definitivamente la duda. me volví nuevamente hacia mi interloculor con una nueva pregunta, que iba dirigida realmente a todo el auditorio.
–”¿Qué ocurriría, pregunté, si uniéramos a dos seres humanos, un hombre negro, muy negro, de estatura muy baja, feo, muy feo, con una mujer blanca, muy rubia, alta y muy guapa?.
¿Qué milagro obraría la naturaleza con su descendencia?”.
No sé si convencería a mi interlocutor, pero sí puedo asegurar que para el resto de los presentes quedó meridianamente claro.
De inmediato sonaron voces a diestra y siniestra con la solución inequívoca:
– “Tendrían hijos mulatos”, coreaban algunos.
Son muchos los mulatos, los mestizos, los blancos, los negros, los amarillos insignes que han trabajado por la Humanidad.
Contamos con varones y mujeres nada sospechosos de no poseer grandes cualidades y decisión clara de luchar por los Valores Universales.
Un mulato, Barak Obama, un negro, Kofi Annan, mujeres blancas, como Ángela Merkel y Michelle Bachelet, otros, como Nelson Mandela, Adolfo Suárez, Mikjail Gorvachev, Ban Ki-moon, Liu Xiabo, Mhamed Yunus, o los desaparecidos Mahatma Gandhi, Martin Luther King, Vicente Ferrer y Teresa de Calcuta y tantos otros personajes públicos, que han hecho posible que hoy estemos andando por un camino nuevo.
Y tantos y tantos millones de mujeres y varones ANÓNIMOS que han trabajado, trabajan y trabajarán por conseguir la igualdad entre todos los seres humanos, por el solo hecho de ser lo que somos todos PERSONAS.
Hace pocos meses, en el 2009, se presentaba en la TV un varón negro de 50 años, al que le habían implantado un corazón; se encontraba feliz porque había vuelto a nacer. Daba gracias a la vida, a los médicos y, especialmente, a la familia de la donante, una joven blanca de 20 años, fallecida en accidente de circulación. No era una casualidad, sus corazones eran compatibles.
Habrá quien se pregunte al llegar a este punto, ¿qué tiene que ver esto con la “Educación Sistémica en Valores Universales?.
Tiene que ver todo.
Por las diferencias de raza, sexo y la falsa concepción e interesada utilización de la religión se encuentra más de la mitad de la población mundial, sometida, maltratada y privada de sus derechos más elementales.
El caso de la mujer es el más evidente y el más sangrante.
La discriminación de la mujer es atroz, inhumana.
A varios miles de millones de mujeres en el mundo se les niega el derecho a participar en la vida activa de su entorno, en aspectos, en los que, en otras partes del mundo, es habitual la iguadad de condiciones con los varones.
También es cierto que no siempre fue así. La conquista de la IGUALDAD es un hecho reciente en los pocos países del mundo, donde ha sido posible.
Incluso hoy, quedan lagunas que se van superando con demasiada lentitud.
La humanidad no se puede permitir la exclusión de las mujeres en el mundo productivo, en el mundo de la opinión, en el mundo de la toma de decisiones,
en el mundo de la política, en el mundo de las ideas, …….
En definitiva, no se puede permitir ni tolerar la exclusión de la mujer del mundo de derechos y deberes del varón sin ningún tipo de restricción.
Mujer=varón=varón=mujer, Igualdad de derechos y de deberes. Mujer<=derechos=>Varón